La cara oculta de los jalapeños: se convierten en chipotles una vez ahumados y secos

Aunque muchas personas piensan que los jalapeños y los chipotles son chiles diferentes, en realidad son el mismo chile en diferentes etapas de preparación. Cuando compras jalapeños frescos en el mercado local, generalmente los obtienes en su estado verde e inmaduro. Estos chiles crujientes ofrecen un sabor suave y herbáceo que es perfecto para salsas frescas, ensaladas y esos famosos jalapeños rellenos que disfrutas en las fiestas. Las variedades en escabeche también se encuentran comúnmente en frascos, lo que agrega una dimensión ácida a muchos platos.

Si dejas que estos pimientos maduren en la vid, se convertirán en jalapeños rojos con un sabor notablemente más dulce. Son estos jalapeños rojos los que se convierten en chipotles a través de un proceso tradicional de ahumado y secado que toma varios días. Durante este procesamiento, alrededor de 10 libras de jalapeños frescos producen solo una libra de chipotles, por lo que a menudo son más caros que sus contrapartes frescas. Este proceso de ahumado es similar a la forma en que el chile guajillo se usa a menudo para realzar los sabores en la cocina tradicional mexicana.

Notarás que los chipotles son muy diferentes de los jalapeños frescos. Son arrugados, de color rojo oscuro a marrón, y poseen un intenso sabor ahumado que se ha convertido en un pilar de la cocina mexicana. Aunque ambos chiles tienen entre 2,500 y 8,000 unidades Scoville, es posible que los chipotles sean más picantes porque su picante y sabor se concentran por el proceso de secado.

Puede encontrar chipotles en una variedad de formas, como chiles enteros secos, polvo molido o enlatados en salsa de adobo. Son especialmente excelentes para agregar profundidad a adobos, salsas BBQ y platos tradicionales mexicanos donde desea ese calor ahumado distintivo.

Los jalapeños frescos, por otro lado, mantienen su posición como un ingrediente versátil que puedes rellenar, cortar en rodajas o cortar en cubitos en innumerables platos. Ambas variedades tienen profundas raíces en las tradiciones culinarias mexicanas y del suroeste de Estados Unidos, aunque sirven para diferentes propósitos culinarios.

Encontrará jalapeños frescos que alegran sus tacos y le dan un toque crujiente a sus nachos, mientras que los chipotles agregan ese carácter complejo y ahumado a sus carnes guisadas favoritas y salsas robustas. Ya sea que esté trabajando con jalapeños frescos o sus equivalentes ahumados con chipotle , está aprovechando siglos de tradición culinaria y un mundo de posibilidades de sabor.