Aprende sobre la historia del maíz, un ingrediente esencial en casi todos los platos mexicanos

Considerado un regalo sagrado de los antiguos dioses, el viaje del maíz a través de la historia mexicana revela misterios que han transformado la cocina mundial para siempre.

Aunque muchas culturas han adoptado el maíz como alimento básico, sus raíces más profundas se remontan a México, donde los pueblos indígenas lo domesticaron a partir de la hierba teosinte silvestre hace unos 4.000 a 7.000 años. A través de una meticulosa selección y cultivo, estos primeros agricultores transformaron esta humilde hierba en el cultivo versátil que conocemos hoy.

A lo largo de los siglos, el maíz se ha convertido en mucho más que un alimento; Se convirtió en un elemento sagrado para las civilizaciones precolombinas, a menudo ofrecido a las deidades en ceremonias tradicionales como símbolo de fertilidad y vida. El texto sagrado maya, el Popol Vuh, describe la creación de los seres humanos a partir del maíz, enfatizando su importancia en la cosmología maya. Además, el proceso de nixtamalización utilizado en la producción de tortillas demuestra el papel esencial del maíz en la cocina mexicana.

La importancia espiritual del maíz se capta claramente en el Popol Vuh, que cuenta cómo los creadores crearon a los primeros seres humanos a partir del maíz. Esta profunda conexión entre el maíz y la existencia humana continúa resonando en la cultura mexicana, celebrada a través de festivales locales e historias tradicionales transmitidas de generación en generación.

En la cocina mexicana descubrirás la versatilidad del maíz en infinidad de platos, siendo las tortillas y los tamales preparaciones fundamentales. El secreto de su textura distintiva y valor nutricional radica en el antiguo proceso de nixtamalización, desarrollado por los aztecas y los mayas. Esta técnica consiste en remojar el maíz en una solución alcalina (generalmente agua con cal), lo que lo hace más digerible y nutritivo, al tiempo que crea la consistencia perfecta para la masa harina, la base de muchos platos tradicionales.

El rico patrimonio de maíz de México incluye alrededor de 64 variedades, 59 de las cuales son autóctonas de la región. Desde el maíz dulce que se come fresco en la mazorca hasta el maíz vítreo que se usa para producir almidón, cada variedad tiene un propósito culinario único.

Cuando llegaron los conquistadores españoles, introdujeron nuevos ingredientes que se mezclaron con recetas indígenas a base de maíz, creando platos innovadores como enchiladas y quesadillas.

Hoy en día, la influencia del maíz va mucho más allá de los platos tradicionales mexicanos. El antiguo proceso de nixtamalización continúa en las cocinas tradicionales y modernas, mientras que las comunidades locales mantienen su profunda conexión cultural con este notable grano.

Ya sea que estés disfrutando de la comida callejera en la Ciudad de México o haciendo tortillas caseras, eres parte de una tradición culinaria que abarca miles de años.

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